Buena
De la clandestinidad al espectáculo…
Por Mariana Jaqueline Ramirez
Baja costurase presenta desde hace cuatro temporadas. Actualmente está todos los sábados a las 20:30 en La Casona Iluminada. La misma está dirigida por Mariano Caligaris y cuenta con la actuación de Moyra Agrelo y Soledad Galarce, quien además es la autora de la obra.
Una de las pequeñas salas de este teatro se transforma en un taller textil, con recortes de telas y moldes tirados por todos lados, también se proyectan imágenes en una pared que completan y llenan el espacio. Desde la escenografía se intenta dejar al descubierto la explotación de los talleres textiles y la falta de seguridad que hay en este tipo de trabajo denominado en negro o esclavo, muy demandado por los extranjeros que vienen a la Argentina en busca de un futuro mejor.
La pieza toma con mucha seriedad las condiciones con las que se trabaja en los talleres clandestinos. Por eso mencionan el incendio que ocurrió en la fábrica Triangle Shirtwaist en Nueva York el 25 de marzo del 1911 que se encontraba repleto de mujeres inmigrantes, acontecimiento que marcó la el origen del Día Internacional de la Mujer. En el ámbito local, aluden al incendio ocurrido hace nueve años en el barrio de Caballito, que se cobró la vida de seis personas, entre ellos varios menores.
Este recurso de tomar hechos verídicos les brindó la posibilidad de recibir el apoyo de La Alameda, ONG que está en funcionamiento desde el 2002, y cuya misión principal es combatir el trabajo esclavo y la trata laboral.
En un rincón del espacio escénico se encuentran como muñecas nuevas en sus cajas Delfina y Catalina, dos diseñadoras de ropa de clase alta. Para la fabricación de sus diseños usan un “taller clandestino” en el que tienen trabajando a una señora y a su hija en condiciones deplorables. Ambas, después de una noche de descontrol, se dirigen a su taller para retirar unas prendas que deben entregar el mismo día pero se encuentran con varios problemas. Al no percatarse de la gravedad de la situación, pese a ver y oler las condiciones en la que se encuentra el taller, solo se enojan con su empleada. Por eso deciden hacer las prendas ellas mismas, poniéndose en el “lugar del otro”, lo que determina que, de algún modo, ellas terminan bebiendo de sus propias miserias.
Hasta esta instancia, el tema de la obra ya queda claro, y logra concientizar al espectador, pero conformarse, los creadores deciden proyectar unas imágenes documentales de algunos talleres que se encuentran en Capital Federal y los testimonios de unas trabajadoras. Por lo dicho anteriormente, el mensaje fue bien recibido y podríamos decir que el objetivo de la obra quedó cumplido, pero la proyección de las imágenes documentales a modo de cierre resulta reiterativo e innecesario, a tal punto que termina restándole acción dramática y dejando a los personajes desplazados a un rincón.
En pocas palabras, el tema que trata Baja costura, las contradicciones en el mundo de la moda y los talleres clandestinos, es de gran relevancia y actualidad pero que, al terminar cayendo en la repetición, en los lugares comunes desde los diálogos y hasta la disposición del espacio, no ayuda en la concreción del mensaje reflexivo que la obra intenta dejar en el espectador.
Intérpretes: Moyra Agrelo, Soledad Galarce Vestuario: Melania Lenoir Escenografía: Victoria Papurello Música original: María Onis, Mora González Lobo Coreografía: Fernanda Porvenzano Vídeo: Patricio Muñiz, María Onis, Sofía Lagarce Fotos: Soledad Sassani Diseño Gráfico: Sofía Lagarce Vj: Giancarlo Pia Mangione Prensa: Octavia Comunicación Dramaturgia: Soledad Galarce Dirección: Mariano Caligaris Sala: La Casona Iluminada (Av. Corrientes 1979, CABA) – Sábados a las 20:30 hs.